top of page
Buscar

Máximos y Mínimos

  • Foto del escritor: Carlos Navarro
    Carlos Navarro
  • 4 oct 2022
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 31 mar

La vida del diabético se vive, se goza, se sufre, se experimenta y se define entre dos puntos – los máximos y los mínimos – que su sistema de medición de glucosa en sangre ha registrado en su poco o mucho tiempo desde el diagnóstico.



Cito aquí a Adam Brown, uno de esos sabios expertos en diabetes que con frecuencia nos ayudan a aclarar conceptos y tomar mejores decisiones de tratamiento:

 

“Los resultados de glucosa en sangre no son bueno o malos. Son simplemente información para tomar una decisión. Sin juicio y sin culpa”. Y continúa citando a su amigo y activista sobre diabetes Jeff Hitchcock, quien lo dice aún mejor: “el único ‘mal resultado’ de azúcar en sangre es el que no conoces”.

 

Aunque estoy completamente de acuerdo con esa conceptualización, sigue siendo un verdadero ejercicio de paciencia y de crecimiento personal apreciar imparcialmente esos dígitos que indican, nos guste o no, cómo está nuestro tratamiento y nuestra disciplina.

 

¿A qué destino queremos llegar? A lo que ahora conocemos como “tiempo en rango,” que es un mínimo y máximo manejable y posible en el que deberíamos mantenernos la mayor parte del tiempo – un rango ideal para nuestra muy particular y personal diabetes. No es tarea fácil y puede ser fuente de constante frustración y decepción, aunque también de satisfacción y de un inigualable sentimiento de éxito.

 

Pero la vida se entromete y nos coloca en situaciones inesperadas, impredecibles o de simple falta de cuidado y nos vamos muy pero muy lejos de ese codiciado “tiempo en rango”. Es así como vemos cada cierto tiempo esos mínimos y máximos que no le deseamos a nadie.

 

Aquí te comparto los míos:

 

Mi menor mínimo: 32 mg/dl

Mi mayor máximo: 489 mg/dl

 

Estos son los números extremos que he visto en alguno de mis glucómetros. Quizá he estado, sin saberlo, por arriba o por debajo de ellos. Nunca he visto un 500 mg/dl en mis niveles de glucosa, pero es posible que lo he vivido. Nunca he visto un 26, pero podría pensar que sí lo he sufrido.

 

¿Cuáles son los tuyos? ¿Hasta dónde has llegado en las insoldables profundidades e inesperadas alturas de tus rutinarias glucemias?

 

Queda claro que siempre es bueno contar con esa información. Se trata de un número que nos será útil para saber cuál es la acción que debemos tomar. Pocas cosas hay más importantes en esta ruleta rusa en la que participamos diario todos los diabéticos. Mientras guiemos nuestras decisiones y acciones a menos bajezas y muy pocas alturas, mucho mejor.


 
 
 

Comments

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating
bottom of page